viernes, 9 de enero de 2009

De las obras en proceso

¿Porque empiezo a pintar obras antes de terminar las ya iniciadas?

Hace días mi hijo me pregunto:”Porque empezaba otras piezas antes de terminar algunas de las que tenia empezadas señalándome exactamente algunos cuadros iniciados pero a los cuales les faltaba un poco o un mucho para ser obras terminadas, algunas de ellas desde hace mucho tiempo. En ese mismo momento pretendí responder pero algo paso, alguien hablo y ya la atención estaba en otra cosa.
Me quedo el gusanito acerca de esa muy buena pregunta y quisiera contestármela y contestársela ahora: Algunos cuadros en ocasiones han dejado de hablarme, han dejado de decirme lo que pretendía en el tiempo que los inicie. Es muy cierto los cuadros llaman y dicen: te falta esto o aquello, lo que querías hacer ayer no es posible ahora, ya no piensas igual de este tema. Ya los colores no te convencen, no existe la armonía que pretendías, los contrastes ahora no son los que habías buscado, ya debes hacerlo así o asaz. Otros fueron iniciados por algún motivo que eran parte del escape diario de algún problema o de alguna pena. Y no los tomo porque reviven el dolor del que nacieron, es verdad, a veces el solo voltear a ver una obra trae recuerdos que hacen que la conversación con esa obra en especial no prosiga. Digamos que la cobardía invade nuestro ser y dejamos para mejor ocasión ese trabajo, de todos modos debemos terminar esas obras iniciadas, aprovechar un momento adecuado para proseguir esa platica que existe entre el artista y la obra y por mucho dolor que se sienta se debe proseguir y terminar lo iniciado.
Yo acostumbro tener varias obras en proceso porque me gusta tener varias conversaciones iniciadas, a veces de diferentes temas a veces del mismo temas, es como tener a varios amigos conversando algunos coincidiendo en los temas y los conceptos otros hablando de cosas muy dispares, pero al fin y al cabo en la vida no podemos estar atentos a una sola cosa. Asi algunas se van desarrollando pronto, rápido, los conceptos salen con velocidad, otros se tardan y es poco a poco como la conversación va fkuyendo y la obra y yo vamos caminando juntos hasta que podemos decir que ha terminado esa etapa y falta solo que alguien la pueda ver. Otras veces la conversación con la obra cambia de tono, va cambiando conforme se desarrolla, las palabras y los colores pueden ser otros diferentes a los que pensaba aplicar de inicio, la obra se convierte en algo misterioso que fluye poco a poco o a partir de un nuevo pensamiento. También hay veces que la conversación con la obra cesa, se interrumpe no existe la comunicación apropiada para proseguir el trabajo y hay que dejarla para mejor ocasión.
La obra que estamos haciendo debe decirnos algo, transmitirnos una sensación, un sentimiento una palabra, porque de esa conversación y transmisión de sensaciones y sentimientos depende lo que al final de cuentas se transmitirá al observador. Quien deberá completar la obra, pues entre el espectador y la obra deberá seguir la conversación iniciada entre el artista y la obra y muchas veces esa nueva conversación lleva a producir otras sensaciones, y por supuesto otras acciones que deben redundar en beneficio de quien observo la obra.
A final de cuentas el trabajo de un artista debe contemplar tres cosas muy importantes; debe tener la fe en lo que intenta decir, en lo que intenta plasmar en que sus ideas son aunque individuales de dominio de todos. Tener fe en que esa conversación prosiga dando cuenta ante el espectador de los ideales del creador. Al iniciar una obra deberá tener la esperanza en terminarla, en realizarla en que llegara a su fin, en que el lenguaje utilizado pueda ser comunicado al espectador. Y la otra condición seria que debe hacerlo por amor, ya que una palabra, un giro en el pincel, un color, una armonía, un contraste, un tono una forma, un volumen van a crear una sensación en quien vea esa obra, y deberá causarle un momento de felicidad, una sensación placentera o un dolor que le de conciencia del dolor que existe en el mundo. A veces ese amor solamente sale a la luz por medio de una transmisión de alegría hacia el espectador, otras veces será una sensación de dolor que cala hondo en la conciencia este espectador o de todos los espectadores pues la obra en cuestión es un grito de protesta por algo que el artista a observado en el mundo y lo cual no le ha parecido.
Por eso mientras una obra aun tenga algo que decirme o algo que pedirme esa obra no estará terminada. Y cuando permanezca por mucho tiempo callada quizás será porque en ese momento estoy sordo a sus palabras, o hay otras obras que me llaman mas en su conversación.

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