lunes, 2 de febrero de 2009

Madre

Madre

Ayer como hoy recuerdo a mi Madre todos los días, ella en cambio no me ha podido olvidar.

Olvido es una palabra que no existe en el vocabulario de una Madre.

Madre es la palabra que no existiría en el diccionario si no existiera la palabra amor, su búsqueda resultaría infructuosa.

La soledad no la conocen las madres pues siempre recuerdan a sus hijos.

Madre yo no existiría sin ti, el cuenco en que fui forjado, fue amasado directamente por Dios.

Los hijos nacen con dolor y las madres aguantan firmemente porque saben la recompensa, las ideas también pueden nacer del dolor pero no sabemos nuestra propia recompensa al llevarlas a cabo.

Celebracion de Libertad


No quiero

No quiero

No quiero mañanas de silencio y frió
ni quiero nocturnos enojos
ni decir de esta vida tuyo o mío
ni pensar que no me mires con esos ojos

Genesis de Cielo


Secreto

Para los confidentes

El confín de las palabras.
Secretario : secreto.
Guardián de la memoria y de los secretos.
Guardián del misterio perdido,
guardián de todo,
guardián de las palabras del profeta, o del loco

Voces en el aire

Voces en el aire

Camino por las calles vacías, llenas de gente que no me ve, que no me siente y escucho voces en el viento, murmullos que llegan a mis oídos, y pueden ser escuchadas por todos y sonidos que no podemos escuchar, la tristeza ronda en ambiente, la alegría no la escucho mas, pero percibo y reflexiono para conocer porque esta tan sorda esta humanidad.

Dijo un hombre un día: , el otro día escogí el blanco y hoy escogí el negro, no conozco ni nunca he visto la totalidad, para poder decidir quien es mi guía.

Hoy mis hijos son todo juegos y risas, mañana abrirán los ojos. Quizás yo ya los tenga cerrados para esos tiempos, pero si puedo dejarles una lámpara ellos la podrán usar para no caer donde yo cai.


Ayer, cuando un vagabundo me invito a compartir de su comida me dijo: : Dios me regalo este cuerpo para un viaje por la vida, pero no le puso bolsas así que no puedo regresar con monedas o dineros.

Tomas es un incrédulo con los dedos empapados en la sangre del maestro.

Mi padre fue músico de Iglesia por muchos años hasta que un sacerdote le dijo que su música no agradaba a Dios. El aun sigue cantando aunque el sacerdote todavía no lo escucha.
El otro día pedí a mi maestro que me enseñara toda su sabiduría, él me tomo de la mano y me llevo a mi interior. Aun estoy perdido dentro de mi sin encontrar la luz, pero sigo buscando.

Escucho las notas de la música y aunque para mí es un idioma que no entiendo, siento su esencia y puedo encontrar muchas palabras, y muchos sentimientos que me la traducen.

Si no creyera que la locura es un estado del hombre, no creyera en los poetas ni en los pintores.

Mi locura me lleva a parecerme a todos los hombres cuerdos, y dentro de esta locura también encuentro mis diferencias.

Dices que nunca te he escrito, ni te he dicho que te he amado, no lo digas hermano pues cada vez que puedo pensar en ti lo hago.


Voy por esta vida fumando mis sueños y viéndolos ir con las volutas de humo, quemando mis deseos que me calcinan y llorando mis lagrimas ya perdidas.


Vuelan mis sueños entre papalotes y mariposas, unas sostenidas por el viento y otras queriendo regresar al néctar de mis pensamientos.

Dibujo una nube azul en un papel para que las mariposas puedan volar en el.